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ANNA RIEROLA

Trabaja en la intersección entre el arte y la ciencia. Sus proyectos están atravesados por una visión de mundo unificado, en red, interconectado e interdependiente. Sus obras se basan en imágenes científicas obtenidas de proyectos de investigación, que reutiliza y reinterpreta creativamente.
Fue la primera artista en residencia en el Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona), donde El jardín de las delicias comenzó a gestarse. Allí, tuvo la oportunidad de conversar con investigadores de distintos departamentos sobre orden y desorden nn el campo de la biología molecular.
En 2018 presentó su trabajo en Pirelli HangarBicocca, Milán, con curaduría de la Fundación Veronese; en 2019 finalizó un mural site-specific de 60 mts. para la fachada del Instituto de Ciencias del Mar en la Barceloneta, Barcelona y, posteriormente, participó en la exposición colectiva ‘‘Ecosistemes de l’inesperat’’ en Arts Santa Mònica de Barcelona. Actualmente, El Jardín de las Delicias está en exhibición en el Recinto Modernista de Sant Pau, Barcelona, comisariado por la fundación Quo Arts, en colaboración con el Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) y el Recinto Modernista de Sant Pau.

El Jardín de las Delicias

Esta obra intenta (…) exaltar la libertad de acción,
la interacción continua, la cohabitación y la mutua
interdependencia de las diferentes especies. Anna Rierola

El Jardín de las Delicias comenzó a gestarse en 2017, durante la residencia artística de Anna Rierola en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB). Después de múltiples charlas con científicos del centro, Rierola explica que se dio cuenta de que hacer investigación biomédica significaba tratar con circuitos complejos, dinámicos, agrupados en ensamblajes de infinitos y diminutos ‘ladrillos’ que finalmente conforman la estructura básica de los organismos vivos. Ese fue el punto de inicio de este trabajo.

Inspirado en la obra homónima del pintor El Bosco (Hieronymus Bosch), este gran y colorido jardín está compuesto por centenares de imágenes recopiladas y facilitadas por investigadores biomédicos que estudian con el microscopio diferentes episodios y estadios vitales. Las imágenes de la obra representan las múltiples escalas y jerarquías de la organización biológica de los seres vivos; moléculas, organelos, células, tejidos, órganos y funciones. “La vida -afirma la artista- queda plasmada como interacción sinfónica de todos estos elementos para mostrar a través de esas infinitas interconexiones y complejas redes que dónde hay vida hay red.”

Así, se pueden observar la organización estructural de los organismos en las imágenes junto con la química molecular, subcelular, celular, los tejidos, los órganos, los sistemas de órganos y la formación de organismos. A su vez, están representados los estadios en el desarrollo del embrión y la organización compleja del organismo. Dentro de la obra también se pueden apreciar multitud de estados moleculares, celulares y funcionales de redes interactivas en los distintos tejidos complejos y órganos.
En este sentido, El jardín de las delicias es una metáfora de la vida: un gran ecosistema estable en función de la interdependencia y conexión de sus elementos, un proceso abierto y no linear. Por esta razón, el jardín es representado como un todo conectado, armónico y bello, donde cada elemento desempeña un papel en un sistema complejo y autoorganizado. Como señala la artista, en relación con la vida, cuando hay integración todo funciona y no hay enfermedad, por el contrario, cuando este vínculo desaparece, el sistema ya no es una unidad integrada y la enfermedad y el fin de la vida aparecen.
A través de su obra, Anna Rierola nos invita a adentrarnos en el misterio de la vida, a admirarla, observarla y reflexionar sobre ella observando los funcionamientos básicos de la biología. En otro nivel, también abre el interrogante sobre el mantenimiento y el cuidado de este jardín, nos obliga a preguntarnos cómo vivir en él y protegerlo para que puedan heredarlo las generaciones futuras. En otras palabras, El Jardín de las Delicias nos ayuda a pensar en una sociedad sostenible en la que nuestro modo de vida no obstruya la capacidad inherente de la naturaleza de sustentar la vida.

Este proyecto, que fue presentado por primera vez en el Recinto Sant Pau y co-comisariado por Victoria Sacco busca ahora ser presentado en diversas instituciones dentro y fuera de España. Junto a la instalación de la pieza, proponemos una mesa redonda presentada a continuación.